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lunes, 1 de mayo de 2017

Carta de una mujer a un chico que no le gusta


Decidí escribir esto porque ya hay demasiadas palabras dedicadas a quienes  despiertan algo, a quienes llaman la atención, los que le dan vida "al bichito del amor". Miradas perdidas, suspiros, esos relatos lo tienen todo.
Pocas veces uso el transporte público, solo cuando quiero renovar aires, conseguir inspiración, porque casi siempre voy a todas partes en mi bicicleta. Cuando me subí ya estabas ahí, en un asiento individual con la cabeza pegada al vidrio. Ni siquiera sonriendo cambiaba tu mirada, siempre penetrante con los ojos bien abiertos. Tu pelo es lacio sin vueltas, nada de sorpresas por ningún lado ¿Qué es lo que busco?
Te miré por un largo rato y cada minuto que pasaba me convencía más de que no sentía ningún tipo de atracción por vos. La calle estaba llena de pozos, los saltos del colectivo se encargaron de ponerte el enojo en el rostro durante varios minutos, debiste verte, parecías Alf. Te mire hasta que me sintieras observándote y cuando giraste la mirada yo fijé los ojos en otra parte para agregarle misterio, pero no te importó. Miraste tu teléfono más de la mitad del viaje y ni siquiera llevabas auriculares, me aburro recordándote.
Me resulta graciosa la idea de haberme bajado 26 calles después de mi destino solo para ver si en algún momento me generabas asombro. Pero hasta aca llegue, lo lograste. Desperdicié 30 minutos de mi vida observándote y escribiendo acerca de vos pero mientras tipeaba en la computadora aquello que había escrito en mi cuadernito verde descubrí que hay algo que lograste en mi y me encanta. No lo había notado en ningún momento pero la originalidad de este relato no fue vista antes. Nadie le escribe una carta a alguien para decirle que no le gusta, gracias.




2 comentarios:

Las historias no terminan cuando llega el punto final, siguen en los comentarios o cuando se sientan identificados con alguna de las acciones y las reproduzcan en sus círculos sociales.