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jueves, 9 de marzo de 2017

Eso que hacemos todo el tiempo

Estábamos comiendo Matias, Rocío y yo en la parte techada de la terraza del buffet. Esperábamos a Fran que había ido a buscar su comida mientras comparábamos el tamaño de las presas de pollo que nos habían tocado.
-¿No le ponés sal? –Preguntó Rocío  mirando fijamente como ponía el tenedor en mi boca.
-No, pasa que tengo una teoría sobre la sal y su uso diario – Contesté con los ojos brillosos de ganas de contar una historia.

Recordé en ese momento una charla que había tenido con mi mamá después de haber cocinado unos churrascos de paleta con arroz que todavía siento el olor del vapor que larga cuando rompe el hervor por los pedacitos de ajo.
-No tiene sal esto hijo- Me dijo mamá riéndose en forma burlona.
-¡Mentira, si le puse!-Contesté desesperado- y no empieces con que colgué con la tele porque le puse un montón.
-Estas feliz- me dijo en voz baja y con una mirada cómplice dibujándose en su rostro.
-Uh ma, ya empezas con tus dichos de campo- Dije sin pensar en todo el análisis que me podía llevar esa simple oración.
¿Por qué no ponerle sal a la comida que cocinas podría ser un indicador de bienestar? ¿Acaso hay algo que provoque la sal (además de enfermedades) que no sepamos?
Comencé a buscar explicaciones y  voy a enumerar en distintos puntos para ver cómo las acciones cotidianas pueden reflejar nuestra forma de ser. Por que si somos lo que hacemos, comer es una de esas cosas que todos hacemos.
  1. La comida cuando no le pones sal quiere decir que está bien así, es decir, no es necesario agregarle algo más para que esté completo.
  2. Desde chicos, cuando vemos el salero en la mesa, en cierta forma nos acostumbramos a que la comida con sal tiene mejor sabor, pero de grandes nos van diciendo " che, la sal hace mal y trae problemas de salud". ¡A la mierda! En algún momento nos están cagando, pero si nos acostumbramos a eso ¿También vamos a pensar que a todo si le agregamos algo puede ser un poquito mejor?
  3. Yo no como sin sal, casi siempre le pongo lo justo y necesario para cocinar y una vez servida en el plato no tengo el acostumbro a ponerle, eso no me/te deja exento de ser una persona que siente que todo lo que tiene esta incompleto o quiere que siempre sea un poco mejor.
  4. Que le pongas sal a todo si es un problema para todos. Primero que tus seres queridos te van a bancar en un hospital cuando estés hasta las manos, y segundo que no te conformes nunca con lo que tenés, ya estás en el nivel máximo de consumo en el que aunque este rico, aunque todo esté bien le pones sal por si acaso llegases a extrañar ese saborcito.
  5. Llevar un sobre de sal en la billetera por si te baja la presión no te hace entrar en las descripciones anteriores.
  6. Si ya no podés comer sal pero extrañas tener una caja de cartón lleno de papas fritas con caspa ( porque hay gente que come sal con papas y no papas con sal) , seguís siendo alguien que siente un lugar vacío, algo incompleto que llenar con eso a lo que se acostumbró, lo que sabe que hace rico lo feo.
La sal es una zona en la que sabes que estás cómodo, pero no todo es rico con sal. Pongo un ejemplo: Odio el tomate por sobre todo. Si le pongo 3 kg de sal, además de tener que ir a un hospital, voy a seguir pensando que es un asco y no es por sentirme superior a alguien o algo, hay cosas que no nos gustan y ya. A lo que voy es que por más que estemos acostumbrados a que con sal "todo tiene un poco más de sabor" ,que no es más que sabor a sal, si no hubiésemos tenido de chicos el hábito de ir a la mesa y que haya una maderita para poner las ollas o cosas calientes, un servilletero y un salero, capaz tendríamos otra mirada de las cosas. Tal vez no estaría escribiendo esto.

Una vez que terminé de contar todo esto en aquella mesa, Matías que hacía casi 5 minutos estaba comiendo con un tenedor de plástico al que le faltaban dos dientes porque los había roto se paró y encaró para la barra.
-¡Mati! Si vas a buscar cubiertos traele unos a Fran que se los olvidó- dije mientras masticaba la ensalada zanahoria y huevo.
-No, estoy yendo a buscar más sal- Me contestó riéndose sin darse vuelta siquiera.

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